La escuela es uno de los mejores espacios para detectar situaciones que amenazan el bienestar y desarrollo de la infancia y adolescencia, pues el alumnado acude diariamente y durante muchas horas, estableciendo vínculos que pueden proporcionar a niños y niñas como Elena un marco de seguridad y bienestar para poder compartir sus preocupaciones.

Un ejemplo de ellos es cuando la maestra de Elena le propone un espacio de diálogo a raíz de observar que se entristece luego del curso sobre sexualidad.

Los profesionales de los equipos educativos forman parte del colectivo de personas adultas externas al núcleo familiar a quienes los niños y niñas pueden confiar una revelación de victimización sexual infantil. Pero, ¿estamos preparados/as para que el alumnado nos explique una situación de victimización sexual? ¿Sabremos reaccionar correctamente si se produce esta situación? A continuación, te proponemos una actividad para reflexionar sobre cómo abordar una situación de revelación de abuso sexual infantil.

Imagina que Elena te cuenta a ti lo que le ha sucedido. Teniendo en cuenta tu papel y responsabilidad como docente, indica en el siguiente recuadro cuáles de estas actuaciones son adecuadas y cuáles no lo son ante una revelación de abuso sexual infantil.

Solución